Hazte una foto todos los días o cada dos días en la misma posición; si es posible, vestido(a) con traje de baño, con el fin de evaluar adecuadamente cómo repercuten en el cuerpo tus esfuerzos. Al principio, si eres pudoroso, conserva las fotos para ti, no las enseñes a nadie para no soportar las burlas. Una vez que se observen los primeros resultados, puedes empezar a hablar de ello a los tuyos. Luego, una vez que tengas un archivo bastante grande, intenta crear una pequeña animación visionando todas las fotos relativamente rápido. Crea una animación de tipo morphing y observa los resultados obtenidos. Te sentirás orgulloso de compartir tu montaje con tus allegados, que se sorprenderán de ver cuánto peso has logrado perder. De hecho, a los que te rodean diariamente les cuesta darse cuenta de tus progresos. Sin embargo, recordándoles el punto de partida y la evolución de tu silueta, solo podrán mostrar admiración y animarte para que consigas tu objetivo final.
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